UN CAMBIO EXPONENCIAL (II)
August 2, 2017Las armas secretas de los grandes bufetes
October 6, 2017‘Legaltech’ asegura ser la solución a situaciones en
las que no se requiere la intervención judicial.
Desde el punto de vista del marketing, ‘Legaltech’ refleja un nuevo comportamiento dentro del sector jurídico en el que las compañías que prestan un servicio legal adaptan o crean sus negocios mediante la tecnología, independientemente de dónde provenga esta tecnología. Es decir, los usuarios pueden resolver sus conflictos legales a golpe de clic.
Esta revolución en expansión desde hace dos años ha propiciado que surjan nuevas empresas dispuestas a solucionar problemas legales cotidianos sin necesidad de acudir a un bufete. Una de ellas es iUrisfy, creada en 2015 por tres socios. Se trata de una app para asesorar y tramitar divorcios de mutuo acuerdo. Carmen Cabalga, una de las cofundadoras, afirma que no dudó en dar el salto digital tras más de 15 años ligada al Derecho tradicional. “La aplicación permite desarrollar toda la negociación entre las dos partes de la pareja para que puedan comunicarse cuando lo necesiten y generar el documento legal del divorcio”, expone.
Pablo Rabanal es otro exponente de cómo acercar la justicia al ciudadano. Es CEO y fundador de el reclamador.es, una web que tramita gratuitamente las reclamaciones por retrasos en los vuelos o el cobro abusivo de las cláusulas suelo hipotecarias. A diferencia de otras legaltech, Rabanal fue casi un insensato en este negocio porque lleva desde 2012 en este mercado y sin ninguna relación con el mundo del Derecho. “Yo no soy abogado, pero por un problema que tuve con una compañía de teléfonos entendí que los abogados no entran en causas pequeñas pese a que muchos usuarios sí quieren que les defiendan sus derechos”, argumenta.
En elreclamador.es trabajan bajo el lema de que si no ganan el caso, no cobran. Una suerte para ellos –y para quienes recurren a ellos– porque ya han salido victoriosos en el 98% de los 28.000 procesos que han tramitado. Rabanal tiene claro que Internet es lo que les ha propiciado atender tantas quejas. “Una legaltech, en comparación con los bufetes tradicionales, te permite dar servicio online. Es decir, puedes acceder a más público y más barato”, añade.
Espíritu Robin Hood
Muchas de estas compañías dicen estar impregnadas por el espíritu de Robin Hood, aunque sin robar a los ricos (desde luego, no viven en el bosque de Sherwood, sino en los móviles o en la Red). Repiten que quieren democratizar la justicia y no dejar sin derechos a quienes cuentan con menos recursos. “Muchos abogados no están acostumbrados a estos nuevos canales”, argumenta Elduayen. “Los servicios legales están dejando de ser un lujo y ya no se consumirán de la misma forma en que lo venían haciendo”, zanja Rabanal.
Las legaltech han conseguido que evolucione un sector reticente a los cambios. Cuatrecasas, un despacho de abogados fundado en 1917, ha entendido este nuevo escenario. O se imbuía de la innovación o de nada le iba a servir su gran tradición como firma legal. Francesc Muñoz, director de innovación del bufete, comenta que desde hace un año han puesto en marcha un programa para acelerar start-ups relacionadas con el Derecho.
Fuente: El Mercantil